Nueva York, una ciudad herida pero cambiada 20 años después del 11 de septiembre

Es innegable que Nueva York sigue estremeciéndose cada vez que recuerda el ataque del 11S y las cerca de 3 mil personas que fallecieron hace dos décadas, pero la ciudad también ha sabido mirar hacia el futuro y reconstruirse casi por completo después del atentado terrorista que cambió el mundo.

A pocos días del funesto aniversario, las imágenes del suceso, proyectadas ahora en una enorme pantalla a escasos 400 metros de donde estaban las Torres Gemelas, son demasiado duras para algunos espectadores.

“No puedo, lo siento”, dice una neoyorquina mientras se aleja esquivando al resto del público, congregado en los jardines del Rockefeller Park para ver uno de los capítulos de la nueva serie documental de Spike Lee, “NYC Epicenters: 9/11-2021 1/2”, que recuerda minuto a minuto lo que sucedió aquel día.

Buena parte de los asistentes están visiblemente afectados, tapándose el rostro y agachando la cabeza cada vez que aparecen imágenes de personas lanzándose al vacío desde las ventanas de los rascacielos, o cuando se oye el impacto de los cuerpos contra el suelo.

El dolor que aún suscitan los recuerdos de aquel 11 de septiembre de 2001 contrastan con la realidad de un energético Nueva York que ha ido reinventándose año tras año y dejando atrás el peor momento de su historia.

Uno de los primeros cambios que implementó la ciudad tras el ataque fueron las estrictas medidas de seguridad, que perduran dos décadas después tanto en los aledaños de la Zona Cero como en los medios de transporte neoyorquinos.

La plaza en la que ahora se encuentra el homenaje a las víctimas está rodeada de puestos de policía, bolardos, barreras metálicas, y, en algunas zonas, señales que indican la prohibición de la presencia de peatones, una muestra inequívoca de la profunda preocupación ante la eventualidad de otro ataque terrorista de gran dimensión.

CORTESIA PRENSA LIBRE